La cámara de la TNT viajaba del rostro de Kobe Bryant al de LeBron James, una y otra vez, buscando esa mirada killer que quisiera decir algo así como "esto va en serio". Iba en serio, era la visita del líder del Este, los Cavaliers, al líder del Oeste, los Lakers, en lo que muchos quieren ver el anticipo de la final NBA. Kobe Bryant contra LeBron James, un guión que rompió Pau Gasol, el mejor de la noche con un nuevo doble-doble en la cartera: 22 puntos y 12 rebotes.
Evidentemente, Kobe y LeBron engordaron estadística, pues en su caso no puede ser de otro modo. El escolta laker tuvo el enorme mérito de hacerlo pese a jugar con un dedo lesionado desde la segunda posesión de la que disfrutaron los visitantes. "Es el peor dolor con el que nunca he jugado", aclaró ya en vestuarios del Staples Center. Su serie de tiro no fue buena (9/22), aunque peor fue la de LeBron, que firmó un preocupante 9/25. Sus 23 puntos y 9 rebotes lideraron a Cleveland, pero ése es un bagaje insuficiente cuando uno se enfrenta a los vigentes subcampeones de la NBA. Enfrente no sólo estaba Kobe, con sus 20 puntos y 12 asistencias finales -lesión y generosidad extra-, sino un encomiable Pau Gasol, que terminó el encuentro con los mencionados 22 puntos y 12 rebotes en una extraordinaria serie de tiro de 11/13.
El baloncesto es un deporte de equipo y, sin el lesionado Ilgauskas a su vera, LeBron sufrió más de la cuenta ante el rodillo angelino, en el que también brillaron Bynum y Vujacic, ambos autores de 14 puntos. El 105-88 reflejó al dominio de los Lakers, donde Gasol volvió a responder cuando los flashes se multiplican. Hace nada, el día de Navidad, Pau decidió el Lakers-Celtics, reedición de la última final. Sigue sumando. Partidos como el de ayer son la mejor forma de responder a quienes le buscan las consquillas.
Evidentemente, Kobe y LeBron engordaron estadística, pues en su caso no puede ser de otro modo. El escolta laker tuvo el enorme mérito de hacerlo pese a jugar con un dedo lesionado desde la segunda posesión de la que disfrutaron los visitantes. "Es el peor dolor con el que nunca he jugado", aclaró ya en vestuarios del Staples Center. Su serie de tiro no fue buena (9/22), aunque peor fue la de LeBron, que firmó un preocupante 9/25. Sus 23 puntos y 9 rebotes lideraron a Cleveland, pero ése es un bagaje insuficiente cuando uno se enfrenta a los vigentes subcampeones de la NBA. Enfrente no sólo estaba Kobe, con sus 20 puntos y 12 asistencias finales -lesión y generosidad extra-, sino un encomiable Pau Gasol, que terminó el encuentro con los mencionados 22 puntos y 12 rebotes en una extraordinaria serie de tiro de 11/13.
El baloncesto es un deporte de equipo y, sin el lesionado Ilgauskas a su vera, LeBron sufrió más de la cuenta ante el rodillo angelino, en el que también brillaron Bynum y Vujacic, ambos autores de 14 puntos. El 105-88 reflejó al dominio de los Lakers, donde Gasol volvió a responder cuando los flashes se multiplican. Hace nada, el día de Navidad, Pau decidió el Lakers-Celtics, reedición de la última final. Sigue sumando. Partidos como el de ayer son la mejor forma de responder a quienes le buscan las consquillas.
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